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sábado, 13 de septiembre de 2008

CHE GUEVARA, LA MÁQUINA DE MATAR POR ALVARO VARGAS LLOSA *

Che Guevara, quien tanto hizo por destruir el capitalismo, es hoy una marca quintaesencial del capitalismo. Su imagen es adorno de tazas, mecheros, llaveros, carteras, gorras, pantalones vaqueros, sobres de infusiones y, por supuesto, esas omnipresentes camisetas con la fotografía tomada por Alberto Korda: el galán del socialismo, con gorra, en los primeros años de la revolución, pasando casualmente por delante del visor del fotógrafo y quedando fijado en la imagen que, treinta años después de su muerte, sigue siendo el logo del chic revolucionario.

Los productos Che son comercializados tanto por grandes corporaciones como por pequeños negocios, como la Burlington Coat Factory, que sacó un anuncio de televisión en el que un muchacho con pantalones militares llevaba una camiseta del Che. Los revolucionarios también se apuntan a este frenesí de la mercadotecnia: desde The Che Store, que cubre "todas tus necesidades revolucionarias" por Internet, hasta el escritor italiano Gianni Minà, que vendió a Robert Redford los derechos cinematográficos del diario que escribió el Che en su viaje por Suramérica en 1952. Por no hablar de Alberto Granado, que acompañó al Che en ese viaje de juventud, trabaja como asesor de documentalistas y ahora lamenta, mientras consume vino de rioja y magret de pato en Madrid, que por culpa del embargo norteamericano contra Cuba le resulta difícil cobrar sus derechos de autor.

La metamorfosis del Che Guevara a marca capitalista no es nueva, pero la marca está siendo objeto de una operación de revival en los últimos tiempos, y se trata de un revival especialmente notable porque llega años después del colapso político e ideológico de todo lo que Guevara representaba. Este éxito inopinado se debe fundamentalmente a Diarios de motocicleta, la película producida por Robert Redford y dirigida por Walter Salles. Hermosamente rodada en paisajes que han logrado evitar los efectos corrosivos del capitalismo contaminante, la película muestra al joven en un viaje de autodescubrimiento, cuando su incipiente conciencia social se topa con la explotación social y económica -sentando las bases para una reinvención de nuevo cuño del hombre al que Sartre un día calificó como el más completo de nuestra era.

Es habitual entre los seguidores de una secta no conocer la historia real de la vida de su héroe, la verdad histórica. No es sorprendente que los seguidores contemporáneos de Guevara, sus nuevos admiradores poscomunistas, también se engañen aferrándose a un mito -excepto los jóvenes argentinos entre los que cunde la expresión "tengo una remera [camiseta] del Che y no sé por qué".

¿Faro de la justicia?
Pensemos en algunas de las personas que han exhibido o invocado la imagen de Guevara como un faro de la justicia y la rebelión contra el abuso de poder. En Líbano, los manifestantes que protestaban contra Siria frente a la tumba del primer ministro Rafiq Hariri portaban la imagen del Che. Thierry Henry, un futbolista francés que juega en el Arsenal, apareció en una gran fiesta organizada por la FIFA con una camiseta roja y negra del Che. En Stavropol, en el sur de Rusia, los manifestantes que denunciaban el pago en efectivo de ayudas sociales tomaron la plaza central con banderas del Che. En el campo de refugiados de Dheisheh, en la franja de Gaza, carteles del Che adornan un muro en el que se rinde tributo a la Intifada. Leung Kwok-hung, el rebelde elegido para el Congreso Legislativo de Hong Kong, desafía a Pekín vistiendo una camiseta del Che. Y el caso más célebre, en la ceremonia de entrega de los Premios de la Academia de Hollywood de este año, Carlos Santana y Antonio Banderas interpretaron la canción de Diarios de motocicleta, y Santana apareció con una camiseta del Che y un crucifijo. Las manifestaciones de la nueva secta están por todas partes. Una vez más, el mito está animando a personas cuyas causas, en general, representan exactamente lo contrario de lo que era el Che Guevara.

No hay hombre que no tenga alguna cualidad que le redima. En el caso del Che, esas cualidades pueden ayudarnos a medir el abismo que separa la realidad del mito. Su sinceridad le condujo a dejar testimonio escrito de sus crueldades, incluyendo cosas verdaderamente horrendas, aunque no las más horrendas. Su coraje le llevó a que no viviera para asumir la responsabilidad por el infierno cubano. Un mito puede comunicar tanto acerca de una época como la verdad. Y así, gracias a los propios testimonios del Che acerca de sus pensamientos y acciones, y gracias también a su prematura desaparición, podemos saber exactamente el grado de engaño que muchos de nuestros contemporáneos tienen acerca de tantas cosas.

Puede que Guevara estuviera enamorado de su propia muerte, pero estaba mucho más enamorado de la muerte de los demás. En abril de 1967, hablando desde la experiencia, resumía su idea homicida de la justicia en su Mensaje a la tricontinental: "El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar".

En otras ocasiones, el joven bohemio parecía incapaz de distinguir entre la ligereza de la muerte como espectáculo y la tragedia de las víctimas de la revolución. En una carta a su madre de 1954, escrita en Guatemala, donde fue testigo del derrocamiento del Gobierno revolucionario de Jacobo Arbenz, escribió: "Fue muy divertido, con todas aquellas bombas, discursos y otras distracciones que rompían la monotonía en la que estaba viviendo".

La disposición de Guevara cuando viajó con Castro de México a Cuba a bordo del Granma queda reflejada en una frase de una carta a su mujer redactada el 28 de enero de 1957, poco después de desembarcar, y publicada en su libro Ernesto: Memorias del Che Guevara en Sierra Maestra: "Aquí, en la selva cubana, vivo y sediento de sangre".

En enero de 1957, como indica su diario de Sierra Maestra, Guevara mató de un disparo a Eutimio Guerra porque sospechaba que estaba pasando información al enemigo: "Acabé con el problema con una pistola del calibre 32, en el lado derecho de su cerebro... Sus pertenencias ahora son mías". Luego dispararía a Aristidio, un campesino que expresó su deseo de abandonar la lucha cuando los rebeldes se trasladaran a otro lugar. Mientras se preguntaba si esta víctima en concreto "realmente era lo suficientemente culpable como para merecer la muerte", no le tembló el pulso a la hora de ordenar el asesinato de Echevarría, hermano de uno de sus camaradas, por crímenes no especificados: "Tenía que pagar el precio". En otras ocasiones simulaba ejecuciones, aunque no las llevara a cabo, como método de tortura psicológica.

Fusilamientos en La Cabaña
Pero la "fría máquina de matar" no demostró todo el alcance de su rigor hasta que, inmediatamente después de la caída del régimen de Batista, Castro lo puso al frente de la prisión de La Cabaña. San Carlos de la Cabaña era una fortaleza de piedra utilizada para defender La Habana de los piratas ingleses en el siglo XVIII; más tarde se convirtió en un barracón militar. Guevara presidió, durante la primera mitad de 1959, uno de los momentos más oscuros de la revolución. José Vilasuso, abogado y profesor de la Universidad Interamericana de Bayamón, en Puerto Rico, que perteneció al organismo a cargo de los procesos judiciales sumarios en La Cabaña, me contó hace poco que el Che dirigía la Comisión Depuradora. "Se regía por la ley de La Sierra, tribunal militar, de hecho y no jurídico, y el Che nos recomendaba guiarnos por la convicción. Esto es, sabemos que: 'Todos son unos asesinos, luego proceder radicalmente es lo revolucionario'. Mi función era de instructor. Es decir, legalizar profesionalmente la causa y pasarla al ministerio fiscal. Se fusilaba de lunes a viernes. Las ejecuciones se llevaban a cabo de madrugada, poco después de dictar sentencia y declarar sin lugar (de oficio) la apelación. La noche más siniestra que recuerdo se ejecutó a siete hombres".

Javier Arzuaga, el capellán vasco que consolaba a los condenados a muerte, habló conmigo recientemente desde su casa de Puerto Rico. Este ex cura católico que ahora tiene 75 años y que se define como "más cercano a Leonardo Boff y a la Teología de la Liberación que al antiguo cardenal Ratzinger", recuerda que había alrededor de 800 prisioneros en un espacio donde no cabían más de 300: antiguos militares y policías de Batista, algunos periodistas, unos pocos hombres de negocios y comerciantes. El tribunal revolucionario estaba compuesto por milicianos. Guevara presidía el tribunal de apelaciones. "Nunca anuló ninguna condena. Después de que yo me fuera, en mayo, ejecutaron a muchos más, pero yo personalmente fui testigo de 55 ejecuciones".

¿Cuántas personas fueron asesinadas en La Cabaña? Pedro Corzo da una cifra de unos 200, similar a la ofrecida por Armando Lago, un catedrático de economía jubilado que ha elaborado una lista con 179 nombres como parte de un estudio sobre las ejecuciones en Cuba que le ha llevado ocho años. En cables secretos enviados por la Embajada estadounidense en La Habana al Departamento de Estado en Washington se hablaba de "más de 500" ejecuciones. Félix Rodríguez, un agente de la CIA que formó parte del equipo encargado de dar caza al Che en Bolivia, me contó que se enfrentó al Che tras su captura recriminándole las "más o menos 2.000" ejecuciones de las que fue responsable a lo largo de su vida. "Me dijo que eran todos agentes de la CIA y no discutió la cifra", recuerda Rodríguez. Las cifras más altas podrían incluir ejecuciones llevadas a cabo en los meses después de que el Che dejara de estar al mando de la prisión.

Lo que nos devuelve a Carlos Santana y su chic vestimenta Che. En una carta abierta publicada en El Nuevo Herald el 31 de marzo de este año, el gran músico de jazz Paquito D'Rivera criticaba a Santana por su atuendo en los Oscar. Y añadió: " Uno de estos cubanos fue mi primo Bebo, preso allí precisamente por ser cristiano. Él me cuenta siempre con amargura cómo escuchaba desde su celda en la madrugada los fusilamientos sin juicio de muchos que morían gritando '¡Viva Cristo Rey!".

El ansia de poder del Che tenía otras formas de expresión, además del asesinato. Escribiendo sobre Pedro de Valdivia, el conquistador de Chile, Guevara reflexionaba: "Pertenecía a esa clase especial de hombres que la especie produce de vez en cuando, en quienes el anhelo de poder ilimitado es tan extremo que cualquier sufrimiento padecido para lograrlo parece natural". Podría haber estado describiéndose a sí mismo. En cada etapa de su vida adulta, su megalomanía se manifestó en una urgencia depredadora por arrebatar a otras personas sus vidas y sus posesiones, y por abolir su libre albedrío.

Obsesión por controlar
La obsesión del Che por el control colectivista le llevó a colaborar en la formación del aparato de seguridad que se montó con objeto de subyugar a seis millones y medio de cubanos. A principios de 1959 tuvieron lugar una serie de reuniones secretas en Tarará, cerca de La Habana, en la mansión a la que el Che se retiró temporalmente para recuperarse de una enfermedad. Ahí fue donde los líderes más importantes, incluyendo a Castro, diseñaron el Estado policial cubano. Ramiro Valdés, subordinado del Che en la guerrilla, fue puesto al frente del G-2, un organismo creado a partir del modelo de la Checa. El propio Guevara asumió el poder del G-6, el organismo encargado de adoctrinar ideológicamente a las fuerzas armadas. La invasión de Bahía de Cochinos, llevada a cabo con apoyo estadounidense en abril de 1961, se convirtió en la ocasión perfecta para consolidar el nuevo Estado policial, con la captura de cientos de miles de cubanos y una nueva oleada de ejecuciones. Como el propio Guevara le contó al embajador soviético Sergei Kudriavtsev, los contrarrevolucionarios "no volverían a levantar cabeza".

"Contrarrevolucionario" es el término que se aplicaba a cualquiera que se desviara del dogma. Era el sinónimo comunista de "hereje". Los campos de concentración eran una de las formas que el poder dogmático adoptaba para aplastar la disidencia. La historia atribuye al general español Valeriano Weyler, capitán general de Cuba a finales del siglo XIX, la primera utilización de la palabra concentración para describir la política de rodear a multitudes de adversarios potenciales -en este caso, partidarios del movimiento de independencia cubano- con alambre de espino y vallas. Qué apropiado, que los revolucionarios cubanos, más de medio siglo después, adoptaran esta tradición. Al principio, la revolución movilizó a los voluntarios para que construyeran escuelas y trabajaran en los muelles, las plantaciones y las fábricas -proporcionando exquisitas oportunidades para que el Che se fotografiara en versión Che estibador, Che cortador de caña, Che trabajador textil-. No pasaría mucho tiempo antes de que el trabajo voluntario se hiciera algo menos voluntario: el primer campo de trabajos forzados, Guanahacabibes, se puso en marcha a finales de 1960 en el oeste de Cuba.

Este campo fue el precursor del confinamiento sistemático, que finalmente comenzaría a producirse a partir de 1965 en la provincia de Camagüey, de disidentes, homosexuales, víctimas del sida, católicos, testigos de Jehová, curas afrocubanos y demás ralea, bajo la bandera de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción. Hacinados en autobuses y camiones, los no aptos eran transportados a punta de pistola a campos de concentración organizados a partir del modelo de Guanahacabibes. Algunos jamás regresarían; otros serían violados, apaleados o mutilados, y la mayoría acabarían traumatizados de por vida.

Quizá la revista Time estuviera poco acertada en agosto de 1960, al describir el reparto de tareas de la revolución con un reportaje de portada en el que Che Guevara aparecía como el "cerebro", Fidel Castro como el "corazón", y Raúl Castro como el "puño". Pero esta visión reflejaba el papel crucial de Guevara en la transformación de Cuba en un bastión del totalitarismo. Che era un candidato bastante dudoso como ejemplo de pureza ideológica, dado su espíritu bohemio, pero durante sus años de entrenamiento en México y, en el periodo siguiente de lucha armada en Cuba, se reveló como un ideólogo comunista enamorado de la Unión Soviética, para gran incomodidad de Castro y los demás, que eran básicamente oportunistas dispuestos a utilizar cualquier medio necesario para hacerse con el poder. Cuando los revolucionarios en ciernes fueron arrestados en México en 1956, Guevara fue el único que admitió ser comunista y estar estudiando ruso. Durante la lucha armada en Cuba, estableció una alianza férrea con el Partido Socialista Popular (el partido comunista de la isla) y con Carlos Rafael Rodríguez, un personaje fundamental en la conversión del régimen de Castro al comunismo.

Este temperamento fanático convirtió al Che en un eje de la sovietización de una revolución que en repetidas ocasiones se había jactado de su carácter independiente. Poco después de que los barbudos tomaran el poder, Guevara participó en negociaciones con Anastas Mikoyan, viceprimer ministro soviético, de visita en Cuba. El viaje de Guevara a Rusia en agosto de 1962 fue significativo, porque selló el acuerdo que convertiría Cuba en una cabeza de playa nuclear. Se reunió con Jruschov en Yalta para cerrar los detalles de una operación que ya estaba empezada y que tenía que ver con la introducción de 42 misiles soviéticos, la mitad de los cuales estaban provistos de cabezas nucleares, además de lanzaderas y unos 42.000 soldados. Después de presionar a sus aliados soviéticos amenazándoles con el peligro que supondría que Estados Unidos descubriera lo que estaba sucediendo, Guevara obtuvo garantías de que la marina soviética intervendría -en otras palabras, que Moscú estaba dispuesto a ir a la guerra.

Guevara se distanció de la Unión Soviética en los últimos años de su vida. Lo hizo por razones equivocadas, reprochando a Moscú su blandura ideológica y diplomática, y que estuviera haciendo demasiadas concesiones -no como la China maoísta, que llegaría a ver como el refugio de la ortodoxia-. A Guevara le molestaba el hecho de que Moscú estuviera pidiendo a otros miembros del bloque comunista, incluida Cuba, algo a cambio de su colosal ayuda económica y apoyo político. Su ataque final contra Moscú llegaría en Argelia, en febrero de 1965, en una conferencia internacional en la que acusó a los soviéticos de adoptar la "ley del valor", es decir, el capitalismo. Su ruptura con los soviéticos, por tanto, no fue un grito por la libertad, sino un aullido en pos de la subordinación total de la realidad a la ciega ortodoxia ideológica.

Su visión económica
El gran revolucionario tuvo la oportunidad de poner en práctica su visión económica -su idea de la justicia social- al frente del Banco Nacional de Cuba y del Instituto Nacional de Reforma Agraria del Ministerio de Industria a finales de 1959, y, a partir de principios de 1961, como ministro de Industria. La etapa en la que Guevara estuvo a cargo de la mayor parte de la economía cubana coincidió con el desplome casi total de la producción azucarera, el fracaso de la industrialización y la introducción del racionamiento -y todo esto en lo que había sido uno de los cuatro países de mayor éxito económico de Latinoamérica desde antes de la dictadura de Batista.

Su período al frente del Banco Nacional, durante el cual acuñó billetes firmados por "Che", ha sido resumido por su segundo de a bordo, Ernesto Betancourt: "Ignoraba los principios económicos más elementales". Los poderes de percepción de Guevara en relación con la economía mundial fueron expresados en una famosa frase de 1961, en una conferencia hemisférica en Uruguay, donde predijo para 1980 una renta per cápita mayor que la de "Estados Unidos hoy". De hecho, en 1997, cuando se cumplía el trigésimo aniversario de su muerte, los cubanos estaban restringidos por el racionamiento a una dieta de dos kilos de arroz y medio kilo de alubias al mes, 100 gramos de carne dos veces al año, 100 gramos de pasta de soja a la semana y cuatro huevos al mes.

La reforma agraria arrebató la tierra a los ricos, pero se la entregó a los burócratas, no a los campesinos (el decreto fue escrito en casa del Che). En aras de la diversificación, se redujeron las zonas cultivables y la mano de obra se distrajo hacia otras actividades. El resultado fue que entre 1961 y 1963, las cosechas se redujeron a la mitad. (...)

 

 

OFICINA DE ILE

jueves, 9 de octubre de 2014

EL CHE GUEVARA, cuarenta y siete años después.



Se cumplen cuarenta y siete años de la muerte, tan violenta como lo fue  su vida, de Ernesto Guevara, «Che Guevara» (Rosario, Argentina, 14 de mayo de 19281 -La Higuera,Bolivia, 9 de octubre de 1967), uno de los ideólogos y comandantes de la Revolución cubana(1953-1959) en la que participó además de hacerlo en la organización del nuevo Estado castrista de Cuba. Desempeñó varios altos cargos de su administración y de su Gobierno, sobre todo en el área económica, fue presidente del Banco Nacional y ministro de Industria. En el área diplomática, actuó como responsable de varias misiones internacionales y ante las Naciones Unidas donde pronunció su tristemente célebre frase “Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando”..
Convencido de la necesidad de extender la lucha armada en todo el Tercer Mundo, Che Guevara impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de Iberoamérica y Africa. Entre 1965 y 1967, él mismo combatió en el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y ejecutado de manera sumaria por el Ejército boliviano cumpliéndose una vez mas la sentencia bíblica “El que a hierro mata, a hierro muere” (Mt. 26,52)
Para muchos su figura sigue siendo la de un mítico revolucionario idealista defensor de los humildes o la de ese heroico mártir que luchó "hasta la victoria siempre" contra el capitalismo.
El tiempo y la hábil proganda roja convirtieron a este sujeto indeseable en un mito sustentado en base a lo que nunca fue y falseando, como siempre, la verdad histórica.
Ordenó la mayoría de los fusilamientos de la cárcel de La Cabaña, pensaba y así lo realizó que el hombre debía convertirse en una maquinaria de matar al enemigo. Era un terrorista, un violento que contemplaba personalmente los fusilamientos y que parecía disfrutar con ese espectáculo; “el Che” , obviamente, no fue un Gandhi ni nada parecido a un pacifista, no quería derechos humanos....
Como dice Vargas Llosa jr.en un demoledor artículo (”Che Guevara la máquina de matar” por A.Vargas Llosa):

"El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar".

Otro autor, el argentino Nicolás Márquez, ha escrito un libro muy ilustrativo sobre el personaje: “El Canalla – La verdadera historia del Che”


En su libro se pueden leer cosas como las siguientes y que sitúan en su sitio a este sujeto:

….Y el“Che” Guevara vivió fusilando, despreciando al prójimo, llevando adelante aventuras mal calculadas, expediciones militares pésimamente pensadas, todo al servicio de una ideología que el tiempo demostraría que no sirve para nada. Sin embargo, el haber muerto “luchando” por sus ideas pareciera que lo “canoniza”. ...En el año 60, dirigiendo unas palabras en un congreso de juventudes, en Santiago de Cuba, dice abiertamente que “la manifestación pacífica más intensa que puede sentir un individuo es darle un tiro bien dado a quien se lo merezca”.  Cuando llegan las armas, por ejemplo, ha dicho que “los instrumentos de la muerte son el espectáculo más maravilloso del mundo”.....“No necesitamos leyes para matar a un hombre. Entonces, no necesitamos hacer el procedimiento legal burgués. Ante la duda hay que matar. Esto es una revolución”.... …...En la primera carta que le dirige a su mujer, anota: “acá estoy, sediento de sangre”. ¡Un médico sediento de sangre! ….Es inacabable en sus escritos cómo manifiesta el odio; es un odio interior. Todo el tiempo está odiando: odia cuando escribe, y también odia cuando actúa, porque se las pasó fusilando personas en diferentes circunstancias. Es un personaje que tiene un gran resentimiento, una tara psicológica importante….

La imagen del “Che” Guevara

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La imagen del “Che” Guevara sigue siendo el logo del chic revolucionario que podemos ver en todas las revueltas de los violentos, antisitema, “perroflautas” y demas chusma que ensucia las calles y plazas de  las ciudades de Occidente;se usa para cualquier cosa: es adorno de, mecheros, llaveros, carteras, gorras, pantalones vaqueros y por supuesto, esas omnipresentes camisetas con su fotografía casi cincuenta años después de su muerte.Su invocación resulta válida para cualquier propósito: Por ej. en una manifestación sobre los derechos de los homosexuales, los homosexuales van con la banderita del “Che”; lo mismo si se trata de una manifestación sobre ecología, antinuclear, feminista, pro abortista etc.etc.
El marketing capitalista ha convertido la imagen  del “Che” Guevara una suerte de logotipo comercial cuya figura ha alcanzado semejante éxito porque la gente no sabe realmente quién es el personaje; de lo contrario, no sería utilizada tan alegremente.
El video adjunto de YouTube apoya suficientemente las afirmaciones de este artículo:


F.J. de C.
Madrid, 9 de octubre de 2014


domingo, 14 de octubre de 2012

CHE GUEVARA, 45º años sin un asesino en serie



Se cumplen cuarenta y cinco años de la muerte, tan violenta como lo fue su vida, de Ernesto Guevara, «Che Guevara» (Rosario, Argentina, 14 de mayo de 19281 -La Higuera,Bolivia, 9 de octubre de 1967), uno de los ideólogos y comandantes de la Revolución cubana(1953-1959) en la que participó además de hacerlo en la organización del nuevo Estado castrista de Cuba. Desempeñó varios altos cargos de su administración y de su Gobierno, sobre todo en el área económica, fue presidente del Banco Nacional y ministro de Industria. En el área diplomática, actuó como responsable de varias misiones internacionales y ante las Naciones Unidas donde pronunció su tristemente célebre frase “Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando”..
Convencido de la necesidad de extender la lucha armada en todo el Tercer Mundo, Che Guevara impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de Iberoamérica y Africa. Entre 1965 y 1967, él mismo combatió en el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y ejecutado de manera sumaria por el Ejército boliviano cumpliéndose una vez mas la sentencia bíblica “El que a hierro mata, a hierro muere” (Mt. 26,52)
Para muchos su figura sigue siendo la de un mítico revolucionario idealista defensor de los humildes o la de ese heroico mártir que luchó "hasta la victoria siempre" contra el capitalismo.
El tiempo y la hábil propaganda roja convirtieron a este sujeto indeseable en un mito sustentado en base a lo que nunca fue y falseando, como siempre, la verdad histórica.
Ordenó la mayoría de los fusilamientos de la cárcel de La Cabaña, pensaba y así lo realizó que el hombre debía convertirse en una maquinaria de matar al enemigo. Era un terrorista, un violento asesino que contemplaba personalmente los fusilamientos y que parecía disfrutar con ese espectáculo; “el Che” , obviamente, no fue un Gandhi ni nada parecido a un pacifista, no quería repetar los derechos humanos....
Como dice Vargas Llosa jr. en un demoledor artículo (*), gracias a los propios testimonios del Che acerca de sus pensamientos y acciones, y gracias también a su prematura desaparición, podemos saber exactamente el grado de engaño que muchos de nuestros contemporáneos tienen acerca de tantas cosas: "El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar"."Aquí, en la selva cubana, vivo y sediento de sangre"....Guevara se distanció de la Unión Soviética en los últimos años de su vida. Lo hizo por razones equivocadas, reprochando a Moscú su blandura ideológica y diplomática, y que estuviera haciendo demasiadas concesiones -no como la China maoísta, que llegaría a ver como el refugio de la ortodoxia-....”
Lo único claro, a día de hoy, es que Ernesto Guevara sigue presente en la memoria de toda la progresía mundial . Su imagen es adorno de tazas, mecheros, llaveros, carteras, gorras, pantalones vaqueros, sobres de infusiones y, por supuesto, esas omnipresentes camisetas con su fotografía casi cincuentaaños después de su muerte, sigue siendo el logo del chic revolucionario que podemos ver en todas las revueltas de los violentos, antisistema, “perroflautas” y demás chusma que ensucia las ciudades de Occidente.
F.J.
(*)”Che Guevara la máquina de matar” por A.Vargas Llosa http://fj-lasideasdejeugenio.blogspot.com.es/search?q=che+guevara

lunes, 9 de octubre de 2017

El “Ché Guevara”, asesino en serie, murió hoy hace cincuenta años.


Se cumplen hoy, 9/10/2017, cincuenta años de la muerte, tan violenta como lo fue  su vida, de Ernesto Guevara, «Che Guevara» (Rosario, Argentina, 14 de mayo de 19281 -La Higuera,Bolivia, 9 de octubre de 1967), uno de los ideólogos y comandantes de la Revolución cubana(1953-1959) en la que participó además de hacerlo en la organización del nuevo Estado castrista de Cuba. Desempeñó varios altos cargos de su administración y de su Gobierno, sobre todo en el área económica, fue presidente del Banco Nacional y ministro de Industria. En el área diplomática, actuó como responsable de varias misiones internacionales y ante las Naciones Unidas donde pronunció su tristemente célebre frase “Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando”..
Convencido de la necesidad de extender la lucha armada en todo el Tercer Mundo, Che Guevara impulsó la instalación de focos guerrilleros en varios países de Iberoamérica y Africa. Entre 1965 y 1967, él mismo combatió en el Congo y en Bolivia. En este último país fue capturado y ejecutado de manera sumaria por el Ejército boliviano cumpliéndose así, una vez más, la sentencia bíblica “El que a hierro mata, a hierro muere” (Mt. 26,52)
Para muchos su figura sigue siendo la de un mítico revolucionario idealista defensor de los humildes o la de ese heroico mártir que luchó “hasta la victoria siempre” contra el capitalismo.
El tiempo y la hábil propaganda roja convirtieron a este verdadero asesino en serie, en un mito sustentado en base a lo que nunca fue y falseando, como siempre, la verdad histórica.
Ordenó la mayoría de los fusilamientos de la cárcel de La Cabaña, pensaba y así lo realizó, que el hombre debía convertirse en una maquinaria de matar al enemigo. Era un terrorista, un violento que contemplaba personalmente los fusilamientos y que parecía disfrutar con ese espectáculo; “el Che” , obviamente, no fue un Gandhi ni nada parecido a un pacifista, no quería derechos humanos….
La imagen del “Che” Guevara

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La imagen del “Che” Guevara sigue siendo el logo del chic revolucionario que podemos ver en todas las revueltas de los violentos, antisistema, “perroflautas”  y demás chusma que ensucia las calles y plazas de  las ciudades de Occidente; se usa para cualquier cosa: es adorno de, mecheros, llaveros, carteras, gorras, pantalones vaqueros y por supuesto, esas omnipresentes camisetas con su fotografía.
El marketing capitalista ha convertido la imagen  del “Che” Guevara una suerte de logotipo comercial cuya figura ha alcanzado semejante éxito porque los jóvenes de hoy no saben realmente quién era este personaje, o si lo saben, no les importa; de lo contrario, no sería utilizada tan alegremente.
Otros asesinos en serie como Stalin, Mao, PolPot, Hitler,Himmler …. y otros  que en el mundo han sido, y no en épocas tan distantes,  algunos son hoy día  innombrables y solamente su mención, (la de los nazis) constituye un delito penado con multas e incluso con cárcel (en Alemania); los grandes asesinos comunistas, sin embargo, gozan todavía del aplauso y fervor de muchos medios de comunicación y de toda la progresía rampante.
F.J.de C.

Madrid, 9 de octubre de 2.017.

viernes, 31 de octubre de 2008

El verdadero “Che” no es el de la película.

Francisco Rubiales .

No pude conocer al “Che” cuando viví en Cuba porque él ya había muerto, pero seguí su rastro como un podenco y pude comprobar que el argentino era violento, inmisericorde y de gatillo fácil, todo un adicto al asesinato, un personaje en nada parecido al romántico e idealista luchador que se presenta en la película “Che: El argentino”, dirigida por Steven Soderbergh, protagonizada por Benicio del Toro y estrenada recientemente.

La película, basada en la obra del propio Che “Recuerdos de la guerra revolucionaria cubana” (1963), es parcial y escasamente crítica con el revolucionario, cuyos valores destaca y cuyos defectos ignora.

Llegué a Cuba en 1977, con 28 años, como corresponsal de la Agencia EFE, y permanecí allí dos años. Reconozco que llegué admirando la revolución cubana, como tantos jóvenes de mi generación, y que salí de la isla muy distante, tras haber comprobado “in situ” y personalmente que la famosa “Revolución” era un timo que poco tenía de libre, igualitaria o justa.

Buena parte de mi tiempo la dediqué a seguirle el rastro a los antiguos compañeros de armas de Fidel, a Camilo Cienfuegos, Hubert Matos, el Che, Gutiérrez Menoyo y otros. Entrevisté a muchos compañeros de lucha del revolucionario argentino, incluyendo a su padre, Ernerto Guevara Linch, con quien pasé una tarde periodísticamente memorable en el Hotel Habana Libre, y a Jorge “Papito” Serguera, que también era comandante y, junto con el Che, presidía los juicios a los partidarios de Batista.

Tras mis investigaciones, la conclusión sólida fue que “el Che” era un radical peligroso e incómodo, de gatillo fácil, que estorbaba a todos en Cuba, incluyendo al propio Fidel, a Raúl y al resto de los comandantes de la revolución, la élite de la Cuba castrista.

Muchos de los que lo conocieron recalcan su personalidad despectiva hacia las personas de raza negra y el desprecio por los mexicanos a quienes el “Che” denominaba “indiada”. Lázaro Guerra, ex militante de los movimientos revolucionarios cubanos y uno de los sobrevivientes de la expedición del Corintians, recuerda al Che como un “tipo maquiavélico” al que le gustaba actuar como “soplón” de Fidel. "Era un tipo repugnante -agrega Guerra-, que corría detrás de Castro, a quien le gustaba que lo adulasen"

Es interesante el testimonio de Dariel Alarcón Ramírez, alias “Benigno”, uno de los más antiguos y fieles compañeros de armas del Che Guevara, sobreviviente de la guerrilla en Bolivia, exiliado político en Francia desde 1996. “Benigno”, que siguió ciegamente al Che en todas sus aventuras, primero en la guerrilla contra Batista, luego cuando era miembro del Gobierno en Cuba, por fin en el Congo y en Bolivia, cuenta que el “Che” contemplaba personalmente los fusilamientos y que parecía disfrutar con ese espectáculo.

Como “comandante en jefe” de la prisión de La Cabaña, puesto que ocupó desde el 3 de enero de 1959 hasta el mes de julio, y como responsable de la Comisión Depuradora (según su denominación oficial), el Che dio la orden de ejecutar cerca de ciento ochenta sentencias de muerte. Los tribunales revolucionarios funcionaban sin parar dentro de la fortaleza. Las 

órdenes, sin embargo, llegaban desde más arriba, de Fidel Castro en persona.

El Che pronunció ante las Naciones Unidas la célebre frase “Hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando”. Esas palabras pronunciadas por Guevara y otras muchas que proyectaban una imagen violenta y cruel de la Revolución castrista, no siempre controladas por Fidel Castro, en distintas conferencias internacionales, iban a provocar su caída en desgracia y su partida de Cuba unos meses más tarde, en 1965.

Pero, claro, la película ignora todo esto y ensalza el idealismo y la generosidad de un revolucionario al que, temerariamente, presenta casi como un modelo a seguir.

nota: ver el artículo de Alvaro Vargas Llosa, publicado con fecha 13/09/2008 en este mismo BLOG.

 


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lunes, 2 de febrero de 2009

Cine español, "Premios Goya" :Che, el argentino

En el palmarés de los Premios Goya del Cine español aparece premiado como mejor actor el sr. Benicio del Toro por su interpretacion de Ernesto Guevara en la película "Che el Argentino" .
Con este motivo creo que se debe dar publicidad y desenmascarar la verdadera personalidad de este individuo, Ernesto "Che" Guevara, idolatrado y poco menos que canonizado por toda la multinacional de la progresía.
El Che fue un individuo violento, responsable directo de la ejecucion de miles de disidentes que , al parecer, presenciaba con morosa delectacion.
Remito al lector a dos post publicados en este mismo blog sobre la figura de este revolucionario y que clarifican su personalidad:
"El verdadero Che no es el de la película" post de fecha 31/10/2.008
"Che Guevara, la máquina de matar", por Alvaro Vargas Llosa, post de fecha 13/09/2.008

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sábado, 13 de agosto de 2016

Fidel Castro, cumple noventa años.


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Introducción.

El 13 de agosto se cumplen 90 años del nacimiento de Fidel Castro el ominoso dictador comunista cubano que tras derrocar a Fulgencio Batista en la revolución de 1.959 implantó a las puertas de Estados Unidos un régimen comunista y autoritario que dura ya más de 57 años.
Esta efemérides coincide con una grave crisis económica en la isla, el aumento de la emigración a EE.UU. y el endurecimiento de la represión política liderada por su  hermano y sucesor Raúl que está aprovechando el aniversario para tratar de convertir a Fidel Castro en una especie de Padre de la Patria, en un dios laico que está por encima del bien y del mal.
Aunque retirado oficialmente del poder desde 2006, cuando cedió a su hermano Raúl las riendas del país, Fidel Castro sigue siendo la gran referencia del sistema político cubano. Desde un segundo plano, su sombra sigue proyectándose sobre la actual cúpula dirigente.
Curiosamente, también en todo el mundo la figura de Fidel Castro y su revolución comunista siempre se proyecta como la de un líder carismático y benefactor del pueblo cubano cuando la realidad es que su abominable y cruel dictadura es, como mínimo, tan despiadada como la de los tan denostados Pinochet, en Chile o Videla en Argentina; Stalin, Mao, Pol Pot en Camboia  o los Kim Jo de Corea del Norte y demás repugnantes dictadores de extrema izquierda raramente son censurados  a pesar de haber sojuzgado durante décadas a sus pueblos.
Pero ya se sabe que para la “progresía” dominante en todos los medios de comunicación  solamente son execrables las dictaduras que protagoniza la derecha, mientras que la izquierda tiene una especie de bula o permisividad mediática.
Datos biográficos más relevantes.
Fecha de nacimiento: 13 de agosto de 1926.
Lugar de nacimiento: Birán, Cuba
Nombre completo: Fidel Alejandro Castro Ruz
Padres: Ángel Castro, un acaudalado terrateniente español y Lina Ruz, una cocinera y sirvienta de la primera esposa de Ángel Castro.
Matrimonio: Mirta Díaz–Balart (12 de octubre, 1948–1955, divorciado)
Hijos: con Natalia Revuelta: Alina Fernández Revuelta, 1956; con una amante desconocida: Jorge Ángel Castro, década de 1950; con su amante Dalia Soto del Valle: Antonio, Alejandro, Ángel, Alexis, Alex; con Mirta Castro: Fidelito, 1949.
Educación: Colegio Dolores en Santiago de Cuba, 1942; Colegio Belén en la Habana, 1945; Universidad de La Habana, doctorado en 1950.
Otros datos:
Dirigió el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba en 1959.
Hizo de Cuba el primer país comunista del hemisferio occidental.
Implantó reformas sociales en Cuba pero también violaciones de los derechos humanos y eliminación de todo tipo de  libertades. Durante su larga dictadura, cientos de miles de cubanos buscaron exilio en Estados Unidos;otros miles están encarcelados por delitos  políticos y se desconoce el número de los  ejecutados durante la revolución; todo ello naturalmente sin garantías de defensa independiente.
Cronología:
26 de julio, 1953 – Castro y otras 150 personas atacan los cuarteles militares Moncada en Santiago de Cuba en un intento fallido de derrocar al régimen de Batista.
16 de octubre 1953 – Castro es condenado a 15 años en prisión.
15 de mayo, 1955 – Fidel y Raúl Castro son puestos en libertad como parte de una amnistía general de presos políticos. Son exiliados y entre 1955 y 1956 viven en Estados Unidos y México. Estando en México conocen al médico argentino  y sanguinario miliciano revolucionario Ernesto Che Guevara, “el Ché”. Los tres organizan un grupo de cubanos exiliados para formar un nuevo grupo guerrillero.
2 de diciembre de 1956 – Ochenta y dos exiliados tocan tierra en Cuba en un yate llamado 'Granma'. La mayoría son asesinados de inmediato. Los sobrevivientes, entre ellos Guevara y los Castro, huyen a las montañas de la Sierra Maestra. Entre 1957 y 1958 mantienen una campaña guerrillera desde esta base, que incluye escaramuzas con las tropas del gobierno y la quema de cultivos de caña de azúcar.
1 de enero de 1959 – Fulgencio Batista es derrocado por las fuerzas de Castro.
16 de febrero de 1959 – Castro asume el cargo de primer ministro.
8 de mayo de 1960 – Cuba y la Unión Soviética establecen relaciones diplomáticas formales.
17 de abril de 1961 – Un grupo de unos 1.300 cubanos exiliados tocan tierra en Playa Girón (Bahía de Cochinos). Provistos de armas estadounidenses, hicieron un intento fallido por derrocar a Castro. Finalmente, los sobrevivientes fueron liberados en diciembre de 1962 a cambio de 53 millones de dólares en comida y medicinas.
1963: Visita de Nikita  Kruschev
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3 de diciembre, 1976 – Castro es elegido presidente del Consejo de Estado. Este nuevo título sustituye los cargos de presidente y primer ministro.
1979 Los hermanos Castro con Sadam Hussein:
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De abril a septiembre de 1980 – Unos 125.000 cubanos emigran a Estados Unidos, en el conocido como "Éxodo del Mariel".
19 de abril de 1982 – El presidente Ronald Reagan restablece la prohibición de los viajes a Cuba.
1989 Visita de Mijaíl Gorbachov
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19 de agosto de 1994 – El presidente Bill Clinton anuncia el fin de la política de Estados Unidos de "puertas abiertas" para los refugiados cubanos, establecida por el presidente Lyndon Johnson in 1966. De ahí en adelante, los cubanos interceptados en el mar serán repatriados, pero a aquellos que alcancen a tocar tierra se les permitirá quedarse, una política conocida como "pie seco, pie mojado".
Primavera de 2003 – Castro toma medidas enérgicas contra los disidentes e impone largas condenas a 75 activistas arrestados.
Del 21 al 25 de enero de 1998 – Castro recibe al papa Juan Pablo II en una visita histórica de cinco días. Es la primera visita de un Papa a Cuba en la historia.
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13 de diciembre de 2000 – El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reúne con Castro en Cuba. Hablan de asuntos comerciales y la deuda de Cuba con Moscú, calculada en 20 millones de dólares.
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23 de junio de 2001 – Castro parece enfermo durante un discurso y es ayudado desde el estrado.
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31 de julio de 2006 – Una declaración leída en la televisión cubana anuncia que Fidel Castro va a ser sometido a una cirugía intestinal, y provisionalmente le entrega el poder a su hermano menor, Raúl. Se espera que este arreglo dure varias semanas mientras Fidel Castro se recupera.
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Septiembre 2006: Hugo Chavez visita a Castro enfermo:
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19 de febrero de 2008 – Debido a sus problemas de salud, Castro anuncia su dimisión como presidente en una carta publicada durante la noche en una versión en línea del periódico estatal cubano Granma.
22 de marzo de 2011 – En un ensayo publicado en los medios estatales cubanos, Fidel Castro escribe que renunció como el jefe del partido comunista cuando cayó enfermo el 31 de julio de 2006 y nunca intentó retomar su cargo.
2.012 visita del papa Benedicto XVI
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26 de enero de 2015 – Una carta publicada supuestamente escrita por Castro apoya las charlas para restaurar las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos aunque Castro aún "no confía" las políticas de EE.UU.
19 de abril de 2016 – Castro habla de su mortalidad al final del Congreso del Partido Comunista diciendo: "Pronto tendré 90 años, jamás me hubiera imaginado que eso me pasarí y no es producto del esfuerzo; es el destino, pronto seré como todos los demás. A todos nos llega la hora".
Septiembre 2.015:El Papa Francisco se reúne con Fidel Castro
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Marzo 2.016: “El hermano Obama” visita Cuba
Además de reunirse con representantes de la sociedad civil y la disidencia, Obama celebrará una reunión bilateral con Raúl Castro, aunque no con el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro.

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F.J. de C.
Madrid, 13 de agosto de 2.016