martes, 2 de abril de 2013

La DIVISION AZUL: Regreso a España de los últimos prisioneros de las cárceles rusas


Tal día como hoy,hace 59 años, el  dos de abril de 1.954, los últimos prisioneros, divisionarios de la División Azul desembarcaban en el puerto de Barcelona tras una década de sufrir prisión en la Rusia soviética.
Aunque la II Guerra Mundial terminó en 1945, hubo casi 300 españoles que sufrieron sus consecuencias durante una década más, hasta que el 2 de abril de 1954 llegaron a su patria a bordo del Semíramis, un destartalado barco de la Cruz Roja francesa encargado de devolver la sonrisa a los prisioneros que consiguieron sobrevivir a la cárcel comunista del régimen de Stalin y fueron repatriados de Odesa a España.
El buque atraca a las 5:35 horas de la tarde.
En el puerto, el que fuera su primer Comandante, y posteriormente ministro del Ejército y vicepresidente del gobierno,  Capitán General Agustín Muñoz Grandes, junto con cientos de familiares y amigos, ven llegar a esos seres queridos que ya habían dado por perdidos.


La División 250, Einheit spanischer Freiwilliger de la Wehrmacht, más conocida como la División Azul (Blaue Division, en alemán), fue una unidad de voluntarios españoles que sirvió entre 1941 y 1943 en el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial, principalmente en el Frente Oriental contra el comunismo de la Unión Soviética. En total, mas de
40 000 soldados españoles sirvieron en esta División Azul en Rusia. Unos 8000 de ellos fallecieron, y más de 10 600 fueron heridos, 2140 quedaron mutilados (unas 20 000 bajas en total). 572 fueron hechos prisioneros de guerra por el ejército soviético. Sólo unos pocos lograron sobrevivir a los largos años de privaciones y trabajos forzados durante su cautiverio. Mientras que la mayor parte de los soldados alemanes, italianos, rumanos y de otras nacionalidades fueron puestos en libertad tras cinco años en los campos de internamiento, la mayor parte de los prisioneros de guerra españoles de la División Azul hubieron de esperar hasta doce años.
Una gran película española, “Embajadores en el Infierno”, de la que también hemos escrito en este blog: http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=3794895405914654789#editor/target=post;postID=2851921832510184220
trata del calvario que pasaron los soldados de la División Azúl en un campo de concentración ruso así como la emotiva llegada del Semíramis, que comentamos ahora.
El tema histórico de la División Azul ha sido estudiado en diversos libros siendo abordado con diferente ecuanimidad y rigor histórico y desde luego sus mas de 40.000 integrantes y heroicos combatientes merecen un recuerdo con todo el respeto y admiración que las naciones civilizadas dispensan a sus héroes, con independencia del momento histórico que vivieron.
F.J.de C

2 comentarios:

isra dijo...

¡Luchar por ideales!, tan lejos y tan cerca, con estos hombres volvemos a toparnos con la dictadura de lo políticamente correcto y con el revisionismo, seguramente se decidieron a ir allí por lo mismo que vinieron aquí los brigadistas (no todos), ideales, pero el papel desempeñado por unos y otros es bastante diferente, los desmanes cometidos por los brigadistas (violaciones, ensañamiento, asesinatos en la retaguardia...) no creo que sean atribuibles a los divisionarios.

Pero hemos topado, como en tantas otras ocasiones, con la superioridad moral de la izquierda y es que no es lo mismo luchar por Stalin que contra él, esto último te desacredita para obtener el carnet de demócrata, increíble pero cierto.

Las ideas de JEUGENIO dijo...

Es triste constatar que no se eduque a los niños de hoy en la admiración por los ideales y por el esfuerzo y valor necesario para alcanzarlos.
Creo que ni siquiera se estudia en la historia de España y Universal aquellos episodios en los que resplandece los valores humanos como lealtad, honor, patriotismo, etc.
Finalmente el tupido silencio que la izquierda ha corrido sobre la figura de ese asesino múltiple que fue Stalin confirma que para ellos hay asesinos buenos y asesinos malos.